A partir de reflexionar sobre el trascurso de la vida y los respectivos recuerdos que vamos generando, tanto fisicos como no, nace Cambalache. Un mercado que a través de su felxibilidad puede adecuarse a las circunstancias espaciales de cada pueblo a dónde se quiera ir para el intercambio de recuerdos y experiencias.
Se plantea una apilación de una serie de cajas base, las cuales pueden sufrir modificaciones según el gusto y la forma que quisiera tener del mercado.
Se incluye una serie de tubulares metálicos que ayuden a la permeabilidad del espacio sin crear barreras visuales, pudiendo ser asi reversible.
También unos toldos para generar sombra y alargar la estancia de las personas para que puedan compartir.
Al ser un mercado flexible, se puede montar tanto en una calle como en un espacio abierto, en una plaza.